lunes, julio 10, 2017

DIABÓLICA


MUJER DIABÓLICA

Sangrante Lucifer, taxi hacia el infierno con amantes y chofer,

fascinante charlatán, irresistible Leviatán,

ardiente piel de Satán guarnecida en tafetán.

Deslumbrante Luzbel, hembra de serpiente cascabel,

portera de noche en su torre de Babel.

Perversa Belcebú que galopa a lomos de un cebú,

silencio mudo de un amor que hablar de él es poco menos que tabú.

Tórrido Mefistófeles que escuece

como la cálida e insidiosa picadura de un Anófeles

repartidor de Tele-Malaria a domicilio,

correveidile de urticaria al por mayor,

mosquito emisor de deuda hipotecaria.

Mujer astuta y arpía, como un trago de cicuta en una orgía,

por obra y gracia de Dios aupada en un retablo,

y por afán del Diablo, hundida entre la paja de un establo,

carne de cañón propensa al revolcón,

promiscua dama, homérica tejedora de un vocablo ignoto,

escudriñadora del averno a bordo de una moto de potente cilindrada,

acreedora al mejor polvo que esconde entre sus piernas

la punta de un venablo, ya sabes de lo que hablo.

Casero y artesanal Anticristo,

fámula doméstica con potente y penetrante olor a pisto,

inocente y perversa, es la zorra que ataca con sus guisos

y seduce poco a poco de un modo imprevisto,

aniquilando con besos y caricias, mientras,

con sorprendente y fría calma, se apropia de tu alma

y se fuma ante tus ojos, con lascivia, tu propio Montecristo.

No hay comentarios: